En el momento actual que vive la sociedad, estamos sometidos constantemente a mucha presión y exigencia, tanto social como personal, que nos lleva a un estado de estrés permanente. Los niños y los adolescentes, no son ajenos a esta situación y también son víctimas de estados de ansiedad y depresión, ocasionados por la actividad diaria, el colegio, dinámicas familiares etc. Por ese motivo es muy importante, desde pequeños, proporcionarles experiencias relajantes y poco a poco mediante técnicas especiales, hacerlos consientes de la importancia de relajarse tanto física ,como mentalmente, esto los ayuda a tener mejores relaciones sociales, vencer la timidez, fortalecer su autoestima y reaccionar eficientemente ante la angustia, la tristeza y aquellas emociones que les producen malestar.
Como padres, es importante analizar aquellas circunstancias y actitudes nuestras, que producen estrés y malestar en los más pequeños y en los adolescentes, la manera de relacionarnos con ellos, como ejercemos la autoridad, nuestro tono de voz, etc.
Existen técnicas de relajación muy eficaces para trabajar con los más pequeños, por ejemplo:
Los masajes
Utilizando aceites aromatizados, los masajes se realizan en todo el cuerpo con movimientos suaves y conectando afectivamente con el niño, murmurando palabras amorosas o una canción.
Método de relajación progresiva de Jacobson
Este es uno de los métodos más utilizados en todo el mundo. Se basa en la relajación a partir de la contracción de los músculos con el fin de relajarlos después. Los niños se tumban en el suelo en un lugar adecuado para ello y les iremos indicando que tensen y relajen distintas partes del cuerpo. Se puede comenzar con partes individuales, con grupos amplios: manos, brazos, hombros, cuello, mandíbula, nariz. Poco a poco, se pueden ir agrupando los diferentes grupos musculares. Les indicaremos que aprieten para notar la tensión y tras unos segundos, que suelten para notar la distensión.
Actividad del globo
Debemos pedirles a los niños que se conviertan en globos. Para ello, deben tanto inflarse, como desinflarse imitando los globos.
Técnicas de respiración
Una de las técnicas de relajación más sencilla es la de concentrarse en la respiración, realizando conscientemente la inspiración y exhalación. Se les pide que se sienten cómodamente en posición de mariposa, las piernas dobladas encontrándose los pies en el centro, se les coloca música suave y se les pide inspirar profundamente por la nariz, contando hasta 4, retener el aire contando hasta siete y exhalar por la boca, contando hasta ocho, esta técnica recibe el nombre de 4, 7, 8 , se les puede indicar que se coloquen una mano en el estómago y otra en el pecho y sientan el movimiento que producen la inhalación y exhalación en estas partes del cuerpo.
Imaginación guiada
Esta técnica es de gran utilidad para rebajar la tensión y ansiedad, especialmente en niños con elevado nivel de imaginación. Se trata de crear en la imaginación del menor un entorno seguro y relajante donde el motivo de la ansiedad no pueda afectarles. Por ejemplo, una casa de madera en la montaña, una selva llena de animales o una playa. Este proceso de imaginación va a ser guiado por el terapeuta, profesor o progenitor de manera que se procure un entorno con elementos que al niño le sean agradables y tranquilizadores. Se puede reforzar la relajación con música suave y un tono de voz calmado y profundo.
Mándalas
Pintar mándalas es una técnica de relajación oriental. No necesitamos saber ningún estilo concreto, pues el que la colorea lo hace según sus gustos e imaginación. Se pueden realizar a cualquier edad, fomentando la creatividad y la estética.
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