
Desde el 1 de junio, todos los comercios en Colombia, incluyendo tiendas de barrio y restaurantes, así como declarantes del impuesto sobre la renta que no sean grandes contribuyentes, deben facturar electrónicamente.
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) ofrece una factura electrónica que reemplaza la tradicional, permitiendo su generación, validación, expedición, recepción, rechazo y conservación de manera digital, lo que aporta mayores beneficios y sirve de soporte para transacciones de venta.
La Dian ha establecido sanciones significativas para quienes no cumplan con la normativa de facturación electrónica, afectando la operatividad de las empresas.
La implementación de la facturación electrónica en Colombia es un paso hacia la modernización administrativa y fiscal del país. Aunque supone desafíos para las pequeñas y medianas empresas por la necesidad de adaptarse a nuevas tecnologías, los beneficios a futuro lo justificarán.
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